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El guardián del humedal: la historia de Alberto Botero Jaramillo

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  • Categoría de la entrada:Santa Rosa de Cabal
  • Última modificación de la entrada:23 febrero, 2024
  • Tiempo de lectura:3 minutos de lectura

Alberto Botero Jaramillo, un residente de 65 años de Chinchiná, Caldas, ha llevado una vida llena de variados oficios: pintor, celador y constructor, por mencionar algunos. Sin embargo, su contribución más notable se encuentra en Santa Rosa de Cabal, específicamente en el barrio Los Jardines, donde ha residido durante unas dos décadas. Durante este tiempo, se ha erigido como el protector del humedal que yace frente a su hogar.

De vertedero a santuario

Lo que alguna vez fue solo un vertedero de basura y desechos, según las propias palabras de Alberto, ha sido transformado en uno de los espacios verdes más hermosos y cuidados de la ciudad, gracias a sus incansables esfuerzos. Hoy en día, este humedal rebosa de vida, con una rica diversidad de fauna y flora, convirtiéndose en un auténtico santuario de paz y tranquilidad.

La importancia de los humedales

Es crucial resaltar la importancia de los humedales, esos ecosistemas definidos como extensiones de marismas, pantanos y turberas. Cumplen un papel esencial en nuestro medio ambiente, proporcionando agua dulce, sirviendo como hábitat para animales y plantas, y contribuyendo a mitigar los efectos del cambio climático.

Desafíos y perseverancia

A pesar de los desafíos, Alberto ha perseverado. Solo con sus propios recursos y la ayuda de algunos vecinos, ha logrado transformar este espacio vital sin recibir apoyo gubernamental. Su dedicación ha generado admiración en la comunidad, pero los desafíos persisten ante la amenaza constante de la contaminación y la construcción cercana que amenaza con daños irreparables.

Un llamado a la acción

Este artículo busca ser un llamado tanto a la ciudadanía para que desarrolle un mayor sentido de responsabilidad hacia nuestros recursos ambientales, como a la administración municipal para que implemente programas sólidos de conservación de ecosistemas y sancione a quienes contaminen los humedales. A pesar de los obstáculos, se destaca una vez más la labor ejemplar de Don Alberto, un verdadero protector de nuestro valioso entorno natural.