Las altas temperaturas y el Fenómeno del Niño han convertido el 2024 en un año crítico para Risaralda, donde se han registrado más de 200 incendios de cobertura vegetal. Esta crisis ambiental pone en jaque a la región, con graves consecuencias para la flora, fauna y el suministro de agua.
Más de 200 eventos críticos
En lo que va del año, Risaralda ha experimentado 218 eventos relacionados con incendios, incluyendo 209 quemas y 9 incendios forestales. Los municipios de Pereira y Dosquebradas concentran más del 50% de los casos, evidenciando la magnitud del problema.
Autoridades en alerta
El Gobernador Juan Diego Patiño ha hecho un llamado urgente a las alcaldías para reforzar los protocolos de prevención y combate de incendios. Diana Carolina Ramírez Laverde, coordinadora departamental de Gestión del Riesgo de Desastres, advierte que las altas temperaturas persistirán al menos un mes más, lo que exige medidas contundentes.
Evaluando estrategias
En una reciente reunión de la Comisión de Incendios de Cobertura Vegetal, se analizaron las estrategias actuales y se definieron acciones para mejorarlas. La colaboración entre entidades departamentales es crucial para mitigar los riesgos en los 14 municipios afectados.
Los incendios no solo devastan la vegetación, sino que también impactan el suministro de agua. 13 municipios han reportado desabastecimiento y racionamiento en sus acueductos comunitarios, lo que agrava la situación y pone de relieve la vulnerabilidad de la región.
Un llamado a la acción
La crisis en Risaralda es un llamado a la acción colectiva. Se necesitan medidas proactivas y resilientes para enfrentar los efectos del cambio climático y la variabilidad climática. La región debe prepararse para afrontar las futuras lluvias, inundaciones y deslizamientos, adoptando una gestión integral de riesgos de desastres.
El pronóstico de una segunda temporada de lluvias influenciada por La Niña en septiembre ofrece un respiro frente a las altas temperaturas. Sin embargo, este cambio también demanda preparación para posibles inundaciones y deslizamientos. La crisis en Risaralda nos recuerda la importancia de la acción conjunta y la responsabilidad ambiental para construir un futuro más resiliente.
¿Qué podemos hacer?
- Evitar las quemas y fogatas en zonas rurales y urbanas.
- Reportar cualquier incendio a las autoridades de inmediato.
- Ser responsables con el uso del agua y evitar el desperdicio.
- Apoyar las iniciativas de reforestación en la región.
- Exigir a las autoridades medidas contundentes para prevenir y combatir los incendios forestales.
Juntos podemos proteger nuestro medio ambiente y construir un futuro más sostenible para Risaralda.