La conmoción se apodera de Apía, Risaralda, tras la trágica muerte de Edison Escobar Valencia, un joven de 16 años, encontrado sin vida en la vereda La Campana después de once días de desaparición. Este episodio ha sacudido a la comunidad, especialmente porque las autoridades han capturado a tres menores de edad, también compañeros de clase de la víctima, acusados de perpetrar el crimen con un arma de fuego.
Luto en Apía
El hallazgo del cuerpo de Edison ha sumido a Apía en el luto y la indignación. El pueblo, liderado por la comunidad educativa local, ha salido a las calles en marchas exigiendo justicia por este impactante suceso que ha dejado a todos perplejos.
Menores Responsables
La noticia adquiere mayor gravedad al conocer que los presuntos homicidas son menores de 15 y 16 años, compañeros de escuela de la víctima. La planificación y ejecución del crimen han generado una ola de indignación, planteando cuestionamientos sobre la violencia entre adolescentes.
Investigación y Detención
El coronel Simón Eduardo Cornejo, comandante de la Policía en Risaralda, informó que, mediante interceptaciones, entrevistas y reconocimientos fotográficos, se logró determinar la implicación de los tres jóvenes en el asesinato. Se les imputan los delitos de homicidio, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego.
Juicio y Reclusión
En las audiencias de control de garantías, los adolescentes no aceptaron los cargos por homicidio y porte ilegal de armas de fuego. A pesar de ello, fueron trasladados al centro de Reeducación Marceliano Ossa de Pereira, a la espera de juicio. La investigación revela que el crimen se cometió como parte de un reto, siendo uno de los jóvenes responsable del primer disparo y otro encargado de rematar a la víctima.
Reflexión y Solidaridad
Este trágico incidente no solo pone de manifiesto la violencia juvenil, sino que también plantea interrogantes sobre el consumo de estupefacientes y las deudas monetarias entre los adolescentes. La sociedad se ve en la necesidad de reflexionar sobre la educación, la prevención y el apoyo emocional a los jóvenes para evitar futuros episodios lamentables como el de Apía. La solidaridad y el llamado a la justicia resuenan en las calles de este municipio risaraldense en duelo.